martes, 1 de enero de 2019

26 DE FEBRERO

Primera Lectura. Eclesiástico 2,1-11

1Hijo mío, cuando te acerques a servir al Señor, 
prepárate para la prueba;
2mantén el corazón firme, sé valiente,
no te asustes cuando te sobrevenga una desgracia; 
3pégate a él, no lo sueltes,
y al final serás enaltecido. 
4Acepta cuanto te sobrevenga, 
aguanta enfermedad y pobreza, 
5porque el oro se acrisola en el fuego,
y los elegidos, en el horno de la pobreza. 
6Confía en el Señor, que él te ayudará;
espera en él, y te allanará el camino.
7Los que respetáis al Señor, esperad en su misericordia, 
y no os apartéis para no caer;
8los que respetáis al Señor, confiad en él,
que no retendrá vuestro salario hasta mañana; 
9los que respetáis al Señor, esperad bienes,
gozo perpetuo y misericordia.
10Repasad la historia y veréis:
¿quién confió en el Señor y quedó defraudado?, 
¿quién esperó en él, y quedó abandonado?, 
¿quién gritó a él y no fue escuchado?
11Porque el Señor es clemente y misericordioso, 
perdona el pecado y salva del peligro.

Explicación.

2,1-6 Dios es pedagogo exigente, que enseña a los suyos en la vida y para la vida, con experiencias y pruebas: Tob 12,13; Dt 8,2. El discípulo debe venir con firme convicción personal y dispuesto a la prueba, que es necesaria y señal de que Dios lo ama: Prov 3,12. Si la intimidad del hombre "se pega" o adhiere a Dios, estará firme (Sal 112,7) y valiente (Sal 27,14). "Pegarse" es palabra típica del Dt. "Se acrisola": Is 48,10; Jr 9,6. "Allanar" Is 45,13; Prov 3,6.

2,5 Prov 3,12.

2,7-14 En tres estrofas, exhorta con imperativos, apela al testimonio de la historia y rubrica la lección con tres ayes.

2,7-9 Traduzco "los que respetáis al Señor" para enlazar con el cap. 1; vale también la forma común de los salmos: "fieles del Señor". "Salario": véanse Gn 15,1; Jr 31,16. "Hasta mañana": como manda Lv 19,13. Los "bienes" se concentran en la "salvación" y en el "gozo" que de ella deriva. Gozo "perpetuo" o duradero para toda la vida.

2,10-11 De las tradiciones históricas aprende el judío: las medita (Sal 78), a ellas apela en la súplica (Sal 44,2-9; 22,5s). De las manifestaciones históricas puede subir a las cualidades de Dios (Ex 34,6s), unidas al perdón en Sal 103,8-14.

Salmo. 37,3-4.18-19.27-28.39-40


3 Confía en el Señor y haz el bien,
habita una tierra y cultiva la fidelidad;
4 sea el Señor tu delicia
y te dará lo que pide tu corazón.


18 El Señor se ocupa de los días de los buenos:
su heredad durará siempre.
19 No se agostarán en la mala estación,
en plena carestía se saciarán.


27 Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa.
28 Porque el Señor ama el derecho
y no abandona a sus devotos.


39 La salvación de los honrados viene del Señor,
es su alcázar durante el peligro;
40 el Señor los auxilia y los libra,
los libra de los malvados y los salva,
porque se acogen a él.

EXPLICACIÓN.


37,3-4 Dos imperativos enuncian la relación con Dios. Confianza es genérico; en cambio "delicia" expresa una experiencia íntima: Job 22,26; Is 58,14. Dios responde a la confianza otorgando la petición. Aunque todavía no posean un terreno, deben "habitar", permanecer, no exiliarse, como los de Jr 39,10; su "cultivo" será por ahora la fidelidad al Señor.

37,18-20 Nueva antítesis con imagen vegetal: "no agostarse / marchitarse". (Los "días" marcan el decurso variable de la existencia: aun poseyendo una "heredad", pueden encontrarse con una "carestía".

37,27-28a Vuelven los imperativos con un programa tan inclusivo como genérico: evitar y hacer: véase Sal 34,15. El "derecho" en las relaciones sociales.


37,39-40 Los dos versos de la última letra se dedican a la "salvación" y dejan bien claro que los honrados son víctimas de los malvados. Hay que notar las repeticiones verbales.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Por la cita del v.11a en el manifiesto de Mt 5,5 penetra el salmo en el NT. Esa cita nos invita a buscar otras correspondencias en las bienaventuranzas: pobres y afligidos en el v.14; Justicia recorre todo el salmo; misericordia en 21 y 26; la búsqueda de la paz en 37 sufrir por la justicia está implícito en los consejos iniciales y recorre el salmo.


Evangelio. Marcos 9,30-37

(Mt 17,22-23; Lc 9,43b-45)

30Se marcharon de allí y fueron atravesando Galilea; no quería que nadie se enterase, 31porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía:
-Al Hombre lo van a entregar en manos de ciertos hombres, y lo matarán; pero, después que lo maten, a los tres días resucitará.
32pero ellos no entendían aquel dicho y les daba miedo preguntarle.
33ªy llegaron a Cafarnaún.

Los Doce y «el chiquillo»: Los dos grupos de seguidores (Mt 18,1-5; Lc 9,46-48)

33bCuando llegó a la casa, les preguntó:
-¿De qué hablabais por el camino? 
34Ellos guardaron silencio, pues en el camino habían discutido entre ellos quién era el más grande. 35Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
-Si uno quiere ser primero, ha de ser último de todos y servidor de todos.
36Y cogiendo a un criadito, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
37 -El que acoge a un chiquillo de éstos como si fuera a mí mismo, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no es a mí a quien acoge, sino al que me ha enviado.

Explicación.


Quinta sección: Diferencia en el seguimiento entre los discípulos/los Doce (israelitas) y el grupo no israelita, representado ahora por «el chiquillo» (3,36s), el exorcista (9,38s), «los pequeños» (9,42) y de nuevo por «chiquillos» (10,13-16). La sección se compone de introducción (9,30-33a) y dos trípticos (9,33b-50; 10,13-31), separados por una perícopa central (10,1-12).

Introducción (9,30-33a): Viaje hasta Cafarnaún. Ante la incomprensión de los discípulos, Jesús reitera la enseñanza (cf. 8,31) sobre el destino del Hombre (él y sus seguidores). Insistencia sobre la muerte (lo matarán, pero después que lo maten), para hacer resaltar la resurrección, la continuidad de la vida (30-31). Los discípulos, refractarios a la enseñanza (32).

33b-50. Primer tríptico.

a) (9,33b-37): En Cafarnaún, en la casa/hogar (gr. oikia), figura de la comunidad (2,15: los dos grupos de seguidores: discípulos/israelitas y «pecadores»}. Pregunta comprometedora (33). Ambición de preeminencia, según el criterio del judaísmo, en contraste con la enseñanza anterior (34). El silencio muestra su obcecación (cf. 3,5). Llamó, porque no «están con él», sino distanciados; los Doce, los discípulos en cuanto constituyen el Israel mesiánico; Jesús va a recordarles lo que significa “estar con él" (3,14). Primero, el que está más cerca de Jesús en el seguimiento (la verdadera preeminencia). Se explicita la primera condición (8,34): ser último de todos y servidor de todos equivale a «renegar de sí mismo», renunciando a toda ambición (35). El criadito (lit. «el chiquillo» o pequeño servidor, cf. Mt 18,2), al mismo tiempo el último de todos y el servidor de todos; cogiendo, Jesús no lo llama, porque «está con él»: es figura de los seguidores no israelitas (no incluidos en los Doce/los discípulos) (3,32.34; 4,10; 5,24b; 7,14; 8,34; 9,25); en medio, como modelo; lo abrazó, amor e identificación (3,35: «hermano mío y hermana y madre») (36). En la misión, llevan la presencia de Jesús y del Padre (37). Me muestra las tendencias y tensiones existentes en su época.

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