Primera Lectura. Génesis 6,5-8; 7,1-5.10
65Al ver el Señor que en la tierra crecía la maldad del hombre y que toda su actitud era siempre perversa, 6se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. 7Y dijo:
-Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me arrepiento de haberlos hecho.
8Pero Noé alcanzó el favor del Señor.
71El Señor dijo a Noé:
-Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único hombre honrado que he encontrado en tu generación. 2De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra, de los no puros, una pareja, macho y hembra; 3y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la tierra. 4Dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días con sus noches, y borraré de la faz de la tierra a todos los seres que he creado.
5Noé hizo todo lo que le mandó el Señor.
10Pasados siete días vino el diluvio a la tierra.
Explicación.
6,5 Sal 14,2s.
6,5-8. Lo que Dios ve y siente y dice es la clave teológica de todo el relato: una visión pesimista de toda la humanidad, una crisis fatal que hay que superar con una intervención extraordinaria. Dios penetra el corazón del hombre (Prov 15,11) y descubre allí la raíz viciada de pecados que se multiplican: "toda, siempre". Como si descubriera un defecto de fabricación, de "modelado" (etimología de la palabra hebrea para actitud, mentalidad).
Con el antropomorfismo el autor nos presenta un Dios que no es indiferente ni neutral, que siente y participa como persona, que sufre contemplando su creación buena perturbada por el hombre malo. "Borrar" es lo contrario de crear: sin hombres, ¿el mundo volverá a ser bueno? (Sal 104,35).
7,1 Jr 5m1.
7,2-3 Los animales puros servirán para sacrificios. Toda la alimentación se supone vegetariana.
7,10 Is 24,18.
Salmo. 29,1-4.9-10
1 Hijos de Dios, aclamad al Señor
aclamad la gloria y el poder del Señor,
2 aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
3 La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria ha tronado,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
4 La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
9 La voz del Señor retuerce los robles,
abre claros en las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
10 El Señor se sienta sobre el diluvio,
está sentado el Señor como rey eterno.
Explicación.
29,1-2 Toda la corte celeste, en el templo del cielo, o con vestiduras litúrgicas, rendirá homenaje a Yhwh.
29,3-9 Comienza la tormenta en el océano, que puede ser el Mediterráneo (cfr. 1 Re 18,44s) o el mundo acuático celeste (Gn 1,6s). Salta al Líbano, baja al Sarión, desciende a una estepa no identificable, penetra en los bosques. El poeta lo abarca todo con la mirada. La cantidad de espacio, la variedad de escenas, confieren al poema velocidad. Los enlaces suceden con un relevo de truenos que salvan con el fragor las distancias. El trueno está sentido como sonido corpóreo y activo: troncha, retuerce, sacude. Los rasgos de movimiento superan a los visuales.
29,3 Véanse Sal 18,14; Job 37,4s.
29,4 Véase Sal 68,34.
29,9 Corrijo el texto hebreo, para quedarme en el reino vegetal. El original dice "hace partir las ciervas", las hace abortar de terror. El templo puee ser el terrestre, donde se reúne el pueblo, o el celeste, done rinden homenaje los seres divinos. Un grito unísono responde a la "voz" séptuple del Señor.
29,10-11 Tras la tormenta sobreviene la paz. En la tremenda sacudida de la naturaleza, ancha y contagiosa, el Señor está tranquilamente sentado, por encima de las aguas. Ese Señor tiene un pueblo a quien otorgar el poder y bendice con la paz.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Mt 8,23-27 nos muestra a Jesús señor de la tempestad. Mt 27,45s.50s describe la muerte de Jesús como teofanía: tinieblas, temblor de tierra, una gran voz. Una reminiscencia de los siete truenos se lee en Ap 10,2s. Autores antiguos aplican el salmo a la venida del Espíritu Santo y lo desmenuzan ingeniosamente.
Evangelio.Marcos 8,14-21
14 A los discípulos se les había olvidado coger panes y llevaban en la barca más que un pan. 15Jesús les estaba advirtiendo:
-Mirad: cuidado con la levadura de los fariseos y con la levadura de los herodianos.
16Pero ellos estaban diciéndose unos a otros:
-No tenemos panes.
17 Al darse cuenta, les dijo Jesús:
-¡Cómo! ¿Diciéndoos que no tenéis panes? ¿No acabáis de reflexionar ni de entender? ¿Tenéis la mente obcecada? 18¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? (No os acordáis? 19Cuando partí los cinco panes para los cinco mil, ¿cuántos cestos llenos de sobras recogisteis?
Le contestaron:
-Doce.
20-Y cuando partí los siete para los cuatro mil; ¿cuántas espuertas llenas de sobras recogisteis?
Le contestaron:
-Siete.
21Él les dijo:
-Y ¿todavía no entendéis?
Explicación.
Suspiró, tristeza (cf. 7,34, del sordo/discípulos; 3,5: «apenado», por los fariseos); generación, la del Mesías, infiel como la del éxodo (Sal 95/94,10s). No habrá señal (cf. 13,14ss). Coger panes en tierra judía (Dalmanuta), llevar consigo la doctrina del judaísmo, superioridad judía; el único pan, la doctrina de Jesús (compartir y servir igualmente a judíos y paganos, 6,41; 8,6), la única necesaria; no les basta, siguen queriendo combinarla con su nacionalismo (4,35-51; cf. 2,21s). La levadura se consideraba un principio corruptor del pan/doctrina (el término designaba también al pan fermentado); de los fariseos, su ideología mesiánica nacionalista (11); de los herodianos (cf. 3,6; 12,13, mejor que «de Herodes»), reconocer un rey no querido por Dios, aludiendo también al Mesías de poder (6,21): ambas ideologías corrompen el mensaje. Los discípulos siguen sin comprender (Jr 5,20; Is 6,9s; Ez 12,2; 4,11s, «los de fuera»; 7,18) (18), obcecados (3,5, de los fariseos; 6,52). Jesús les recuerda los episodios de los panes; del único pan que llevan puede salir la abundancia (19-21). La ceguera que Jesús les reprocha explica el episodio siguiente.
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