jueves, 24 de enero de 2019

31 DE MARZO

Primera Lectura. Josué 5,9-12

9Entonces el Señor dijo a Josué:
-Hoy os he quitado de encima el oprobio de Egipto.
Y a aquel sitio le pusieron el nombre de Guilgal, y todavía se llama así.

Pascua (Ex 12; 16)

10Los israelitas estuvieron acampados en Guilgal y celebraron la Pascual el catorce del mismo mes, por la tarde, en la llanura de Jericó. 11A partir del día siguiente a la Pascua comieron de los productos del país; el día de Pascua comieron panes ázimos y grano tostado. 12A partir del día siguiente, cuando comieron de los productos del país, faltó el maná. Los israelitas no volvieron a tener maná; aquel año comieron de los frutos del país de Canaán.

Explicación.

5,9 Es solemne la fecha: como en Ex 12,51 que remata el tema de la circuncisión. La etimología de Guilgal -como tantas otras- es artificial y fabricada para la ocasión: gll significa hacer rodar o girar, remover. Es posible que en esta localidad se practicase en tiempos antiguos el rito de la circuncisión; también puede tratarse de una asociación artificial condicionada por razones narrativas.

5,10-12 El autor supone ya reunidas la fiesta pastoril del cordero y la fiesta agraria de los panes sin fermentarl. La fórmula "el mismo día" aparece usada en Ex 12,17.41.51, y se emplea en el calendario del Levítico, 23,14.21.28.29.30. Sobre el maná véase Ex 16.

La Pascua es para Israel la fiesta de la liberación. De aquí el empalme litúrgico, "el mismo día", entre la salida y la entrada.

Salmo. 34,2-7


2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.

5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.


Explicación.


34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.

34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.

34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.

34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.

34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.

34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.



TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.


Segunda Lectura. 2 Corintios 5,17-21

 17Por consiguiente, donde hay un cristiano, hay humanidad nueva; lo viejo ha pasado; mirad, existe algo nuevo.
18Y todo eso es obra de Dios, que nos reconcilió consigo a través del Mesías y nos encomendó el servicio de la reconciliación; 19quiero decir que Dios, mediante el Mesías, estaba reconciliando el mundo consigo, cancelando la deuda de los delitos humanos, y poniendo en nuestras manos el mensaje de la reconciliación. 20Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios exhortara por nuestro medio. Por Cristo os lo pido, dejaos reconciliar con Dios. 21Al que no tenía que ver con el pecado, por nosotros lo cargó con el pecado, para que nosotros, por su medio, obtuviéramos la rehabilitación de Dios.

EXPLICACIÓN.

Lo que cuenta es la nueva humanidad (cf. Rom 8,19; Gál 6,15), la pertenencia a un orden nuevo (Is 43,18) (16-17).

 La nueva relación con Dios se inaugura con una reconciliación (cf. Rom 5,11), por iniciativa de Dios mismo, hecha por medio del Mesías. Pablo usa el plural, como asociando la comunidad de Corinto a esta obra de reconciliación de la humanidad con Dios. De hecho, el pasaje mira más a los no creyentes que a una comunidad formada (18-20). La imagen de v.21 puesta estar inspirada en el culto sacrificial judío; Jesús muerto en la cruz, de quien mana el Espíritu, ha hecho caducar todos los ritos con que el hombre pretendía liberarse de sus pecados. Pablo quiere ponderar el amor de Dios por la humanidad, que para lograr la reconciliación no escatimó a su propio Hijo (Rom 8,31).

Evangelio. Lucas 15,1-3.11-32


1 Todos los recaudadores y descreídos se le iban acercando para escucharlo;
2 por eso tanto los fariseos como los letrados lo criticaban diciendo:
- Éste acoge a los descreídos y come con ellos.
3 Entonces les propuso Jesús esta parábola:


11 Y añadió:
- Un hombre tenía dos hijos; 
12 el menor le dijo a su padre:
- Padre, dame la parte de la fortuna que me toca.
El padre les repartió los bienes.
13 A los pocos días, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo como un perdido.
14 Cuando se lo había gastado todo, vino un hambre terrible en aquella tierra, y empezó él a pasar necesidad.
15 Fue entonces y buscó amparo en uno de los ciudadanos de aquel país, que lo mandó a sus campos a guardar cerdos.
16 Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pues nadie le daba de comer.
17 Recapacitando entonces se dijo:
- Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre.
18 Voy a volver a casa de mi padre y le voy a decir: "Padre, he ofendido a Dios y te he ofendido a ti;
19 ya no merezco llamarme hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros".
20 Entonces se puso en camino para casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y se conmovió; salió corriendo, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
21 El hijo empezó:
- Padre, he ofendido a Dios y te he ofendido a ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
22 Pero el padre dijo a sus criados:
- Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en el dedo y sandalias en los pies;
23 traed el ternero cebado, matadlo y celebremos un banquete,
24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y se le ha encontrado.
Y empezaron el banquete.
25 El hijo mayor estaba en el campo. A la vuelta, cerca ya de casa, oyó la música y el baile;
26 llamó a uno de los mozos y le preguntó qué pasaba.
27 Éste le contestó:
- Ha vuelto tu hermano, y tu padre ha mandado matar el ternero cebado por haber recobrado a su hijo sano y salvo.
28 Él se indignó y se negaba a entrar; su padre salió e intentó persuadirlo,
29 pero él replicó a su padre:
- A mí, en tantos años como te sirvo sin saltarme nunca un mandato tuyo, jamás me has dado un cabrito para hacer fiesta con mis amigos;
30 en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, matas para él el ternero cebado.
31 El padre le respondió:
- Hijo, ¡si tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo!
32 Además, había que hacer fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a vivir, andaba perdido y se le ha encontrado.


Explicación.

Respuesta masiva de los considerados como descreídos o irreligiosos, los que no observan la Ley (5,27-32) (1). Crítica de los fariseos (5,30; 7,34); comer con ellos, signo de amistad, intolerable para la teología farisea (7,34); se ventila el principio de si Dios ama o no a los pecadores, es decir, a los que no observan la Ley, y, en último término, a los paganos; en otras palabras, si pone o no como condición para su amor practicar una religiosidad intachable.


El contenido de esta parábola sobrepasa el de las dos anteriores. El hijo primogénito, figura del Israel/los fariseos; el hijo menor, de los "pecadores/paganos". El pequeño es el hombre sin ley; el mayor, el observante escrupuloso (29).

La experiencia convence al hijo pequeño de su error y lo obliga a recapacitar (17-19). Vuelta del hijo: el padre no lo espera en casa, sale a su encuentro (20); no lo deja acabar la frase que tenía preparada (18s.21); la enorme alegría se manifiesta en el derroche de acogida y de fiesta (22s).




El hijo mayor, en cambio, que ha condenado a su hermano (30), es incapaz de alegrarse por su vuelta. No sabe ser hijo: sirve a su padre y no sabe que todo lo del padre es suyo; vive en su propia casa como un siervo. Jesús retrata la actitud de los fariseos; no se parecen en nada a Dios, porque no saben amar como él (6,36); ponen su orgullo solamente en la observancia; para ellos, Dios no es Padre, sino dueño.

30 DE MARZO

Primera Lectura. Oseas 6,1-6.

1-Vamos a volver al Señor:
él nos desplazó y nos sanará,
nos hirió y nos vendará la herida.
2En dos días nos hará revivir,
al tercer día nos restablecerá
y viviremos en su presencia.
3Esforcémonos por conocer al Señor:
como la aurora es puntual su salida;
vendrá a nosotros como la lluvia,
como aguacero que empapa la tierra.
4-¿Qué haré de ti, Efraín: qué haré de ti, Judá?
Vuestra lealtad es nube mañanera,
rocío que se evapora al alba.
5Por eso los maté con las palabras de mi boca,
los atravesé con mis profetas
y mi sentencia brilla como la luz.
6Porque quiero lealtad, no sacrificios;
conocimiento de Dios, no holocaustos.

Explicación.

6,1-3 Las palabras del pueblo suenan a conversión sincera. El remedio está en el Señor: fe; él nos remediará: esperanza; viviremos en su presencia: enmienda. Sin embargo, el profeta descubre la falsedad de tal discurso. Más que conversión sincera, es cálculo, seguridad presuntuosa que somete al Señor a ritmos y módulos cósmicos. El Señor -piensan- es como la aurora: puntual e inevitable; como la lluvia que acude a la cita con sus dones. El Señor es perfectamente previsible, y el hombre puede controlar el mecanismo de la reconcialiación.

         Vivir en su presencia es gozar de su favor o proceder a su agrado. Los tres días: véase en 2 Re 20,5.8 la curación de Ezequías. A la luz del NT el verbo qwm se leerá como "resucitar". Quizás sea 3c duplicado de 5c.

6,4-6 Es como si en el Señor sobreviviniera un momento de indecisión: ¿cede o resiste? Hasta que responde repitiendo y retorciendo palabras e imágenes usadas por el pueblo. En el orden agrario, son ellos como rocío o nube: no fecundos, sino pasajeros; esperaban la aurora de Dios, y llegará, para sentencias; querían que vendase, y hiere, pedían vida, da muerte.
         Concluye con una frase lapidaria. La lealtad aquí tiene por término al Señor. Mt 9,13 la cita aplicándola a las relaciones humanas. 

Salmo. 51,3-4.18-21.

3Misericordia, oh Dios, por tu bondad, 
por tu inmensa compasión borra mi culpa, 
4lava del todo mi delito 
y limpia mi pecado. 

18Un sacrificio no te satisface; 
si te ofrezco un holocausto, no lo aceptas. 
19Para Dios sacrificio es un espíritu quebrantado, 
un corazón quebrantado y triturado,
tú, Dios, no lo desprecias.
20Dígnate favorecer a Sión
y reconstruye la muralla de Jerusalén; 
21entonces aceptarás sacrificios legítimos, 
ofrendas y holocaustos,
entonces sobre tu altar
se inmolarán novillos.
Explicación.

51,3 Al apelar a la piedad y compasión de la otra parte, implícitamente se reconoce culpable. 
51,18 El verbo aceptar puede tener valor técnico en el lenguaje cúltico: es la aceptación de Dios la que convalida un sacrificio.
51,19 "Quebrantado, triturado": hay que retener la imagen hebrea, plástica, vigorosa; nosotros decimos "estoy hecho polvo". Por la traducción griega y después la latina, la imagen perdió su materialidad y se convirtió en el concepto contrición, con su adlátere atrición.
51,20-21 Hacia finales del destierro o a poco de retornar, alguien añadió estos versos, actualizando el salmo. El destierro fue tiempo de triturar el corazón con la penitencia, de madurar en sensatez y de emprender el camino de vuelta. El Señor perdona y reconcilia (Is 40,2). En las nuevas condiciones, los sacrificios recobrarán su valor.
Después de los dos actos de la ceremonia, echamos de menos la palabra de Dios otorgando el perdón. La encontramos, transformada en anuncio profético, en Ez 36,22-28, como demuestran los términos básicos repetidos.
Transposición cristiana
El salmo 51 es el Miserere, príncipe de los salmos penitenciales. Lástima que se haya desgajado del 50 y que no se haya valorado bastante la epíclesis o invocación al Espíritu. Podemos arrancar de 2 Cor 5,17-21 sobre el "ministerio de reconciliación". Al cual añado unas cuantas observaciones.
 Evangelio. Lucas 18,9-14.
9 Refiriéndose a algunos que estaban plenamente convencidos de estar a bien con Dios y despreciaban a los demás, añadió esta parábola:
10 -Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo, el otro recaudador.
11 El fariseo se plantó y se puso a orar para sus adentros: "Dios mío, te doy gracias de no ser como los demás: ladrón, injusto o adúltero; ni tampoco como ese recaudador.
12 Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que gano".
13 El recaudador, en cambio, se quedó a distancia y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; se daba golpes de pecho diciendo: "¡Dios mío, ten piedad de este pecador!"
14 Os digo que éste bajó a su casa a bien con Dios y aquél no. Porque a todo el que se encumbra, lo abajarán y al que se abaja, lo encumbrarán.

EXPLICACIÓN.

Dos maneras opuestas de orar (paralelo con 11,1-5). Sigue hablando a los discípulos (cf. 18,1), algunos de los cuales participan de la actitud farisea (cf. 16,15); el desprecio que éstos muestran por los demás es lo que provoca el escándalo (17,1-3a).

El fariseo no pide nada a Dios, como si no necesitase nada para sí. Está plenamente satisfecho de su condición presente (5,32: "los justos"; 7,30). Acción de gracias sólo aparente: monólogo de complacencia en sí mismo. Dios debería estarle agradecido por su fidelidad. Forma clase aparte (no como los demás); enumera los vicios de otros. Desprecio del recaudador. Sus prácticas religiosas, ayuno y diezmo, sin compromiso con el prójimo (11s).

Contraste con la figura del recaudador: su oración es una petición (cf. Sal 51), reconociendo su condición de pecador (13). El que cree que el amor de Dios se compra con el mérito de las obras, es rechazado por Dios; el que no siente necesidad de salvación, no puede recibirla. El que espera su rehabilitación del amor gratuito de Dios, la obtiene (14).

29 DE MARZO

Primera Lectura. Oseas 14,2-10.

Conversión (Jr 3,14-22).

2Conviértete, Israel, al Señor, tu Dios,
que tropezaste en tu culpa.
3Preparad vuestro discurso
y convertíos al Señor; decidle:
"Perdona del todo nuestra culpa;
acepta el don que te ofrecemos,
el fruto de nuestros labios.
4Asiria no nos salvará,
no montaremos a caballo;
no volveremos a llamar dios nuestro
a las obras de nuestras manos;
en ti encuentra compasión el hérfano".
5Curaré su apostasía,
los querré sin que lo merezcan,
mi cólera ya se ha apartado de ellos.
6Seré rocío para Israel:
florecerá como azucena
y arraigará como álamo;
7echará vástagos, tendrá la lozanía del olivo
y el aroma del Líbano;
8volverán a morar a su sombra,
revivirán como el trigo,
florecerán como la vid, serán famosos
como el vino del Líbano.
9Efraín, ¿qué tengo yo que ver con las imágenes?
Yo contesto y miro. Yo soy abeto frondoso:
de mí proceden tus frutos.

Epilogo

10Quien sea sabio que lo entienda,
quien sea inteligente
que lo comprenda.
Los caminos del Señor son llanos,
por ellos caminan los justos,
en ellos tropiezan los pecadores.

Explicación.

14,2-9 Con todo, la matanza no es lo último. El puesto que ocupaban 2,16-25 y 11,8-11 en sus respectivas unidades lo ocupa este final en la tercera parte y en el libro entero. Por eso no es casual que se abra con una llamada a la conversión y se cierre con la garantía de los frutos. El desarrollo es lineal: invitación a convertirse (2), discurso del reo convicto y arrepentido (3-4), perdón y curación (5), y así Efraín florece y da fruto (6-8); diálogo final (9).
          Atraviesan el texto dos elementos conductores: la raíz shwb con derivados (2a.3a.5ab.8a), y paranomasias del nombre de Efraín. Del primero resulta el siguiente sentido: la "apostasía" se tiene que transformar en "vuelta", así "se apartará" la ira del Señor, y el pueblo "volverá y habitará".

14,3 "Fruto de los labios" (con leve correccíón) es la confesión del pecado (Sal 50,14.23).

14,4 Es una abjuración: de las alianzas políticas y de la idolatría. Establece una oposición radical entre "las obras de nuestras manos" y el Dios de Israel. Las primeras sean instituciones o imágenes idolátricas, son despiadados en exigir, impotentes en auxiliar. El Señor es salvador porque se compadece de los débiles.

14,5 Es el gozne del oráculo, que marca el cambio de dirección: la victoria del amor sobre la cólera, cerrando una serie: 3,1; 4,18; 8,9; 9,1.10.15; 10,11; 11,1.4; 12,5.

14,6-9 La coincidencia con temas y expresiones del Cantar de los cantares es llamativa: perfume, vino, azucena, ciprés (Cant 1,17), frondoso (Cant 1,16), sentarse a la sombra (2,3), rocío (5,2), florecer (6,11; 7,3).

14,9 Es dudosa la asignación de frases en este breve diálogo. La última frase la pronuncia el Señor. Gracias a él cumplirá Efraín el destino inscrito en su nombre.

14,10 Colofón probablemente añadido por el compilador del libro. Su lectura puede resultar extraña o difícil, exige un esfuerzo de comprensión y una actitud correcta. La palabra profética invita y desafía al hombre.

Salmo. 81,6-11.14.17.

6un pacto firmado con José 
cuando salía de Egipto.   
6c-Oigo una lengua desconocida:
11c ensancha la boca, que te la llene.
7Retira la carga de sus hombros,
sus manos se desprendieron* de la espuerta. 
8En la aflicción clamaste y te libré, 
te respondí oculto entre truenos;

te puse a prueba en Meribá*. 

9Escucha, pueblo mío, que te amonesto, 
Israel, ojalá me escuches: 
10No tendrás un dios extraño 
ni adorarás un dios extranjero. 
11 Yo soy el Señor tu Dios 
que te saqué de Egipto. 
14Ojalá me escuchase mi pueblo 
y caminase Israel por mis caminos. 
17Te alimentaría con flor de harina, 
te saciaría de miel silvestre. 
Explicación.

81,6 El texto hebreo dice "cuando salí contra / hacia Egipto" . Si el sujeto es el pueblo, habrá que corregir en "de Egipto", según Ex 20,2; si el sujeto es el Señor, recuerda la "salida" del Señor de Ex 11,4. Por el sentido, la "firma del pacto", es preferible la primera solución.

81 ,6c+ 11 c Traigo a este lugar el miembro colgante del v. 11 por razón del tema, reforzada por el ritmo. Otros prefieren trasladarlo al v. 17 o dejarlo en su lugar. El mensaje es misterioso: compárese con Nm 24,3s; Is 22,14; Job 4,12-16. La boca se llenará de palabras de Dios, según 2 Sm 23,3; Is 51,6; Jr 1,10; Ez 3,2s. 

81,7 "Cargas y hombro" sintetizan toda la opresión, bien conocida de los oyentes: Ex 1,11 ;2,11; 5,4s; 6,6s. * O: abandonaron.
81,8 Es original la expresión "oculto en un trueno", en un ocultamiento atronador. Parece referirse al Sinaí (Ex 20): cuando Dios escondió su palabra al pueblo y se la reveló a Moisés. El trueno escondía su voz articulada. Toda la tradición dice que en Meribá fue el pueblo quien tentó a Dios: el salmo cambia los papeles. * = Fuente Careo. 

81,9 El imperativo "escucha" se repite en Dt con valor estructural: 4,1; 6,4; 9,1; 27,9. El primer hemistiquio se lee en una liturgia penitencial: Sal 50,7.

81,10 Ex 20,3-5. 

81,11-12 La fórmula "Yo soy Yhwh tu Dios" se lee solamente aquí y en los dos decálogos: Ex 20 y Dt 5. 

81,14-17 Como paralelo de estos versos finales, léase Is 48,17-19.  


81,17 Compárese con los siete productos de Dt 32,13s.
Transposición cristiana.

También la Iglesia sufre la tentación de encasillar grandes mensajes en ceremonias litúrgicas, neutralizando su fuerza. El mensaje nuevo, desconocido, 
de Jesús (Jn 3,11 s) debe conservar siempre su novedad y extrañeza. A propósito del v. 13 citan varios Padres Rom 1,24.26.28. 

Evangelio. Marcos 12,28-34.

(Mt 22,34-40; Lc 10,25-28)

28Se le acercó un letrado que había oído la discusión y notado lo bien que respondía, y le preguntó:
-¿Qué mandamiento es el primero de todos?
29Respondió Jesús:
-El primero es: "Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor; 30amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". 31 El Segundo, éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay ningún mandamiento mayor que éstos.
32El letrado le dijo:
-Muy bien, Maestro, es verdad lo que has dicho, que es uno solo y que no hay otro fuera de él; 33y que amarlo con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo supera todos los holocaustos y sacrificios.
34Viendo Jesús que había respondido inteligentemente, le dijo:
-No estás lejos del reino de Dios.
Y ya  nadie se atrevía a hacerle más preguntas.

Explicación.

(12,28-34): Un letrado fariseo. Busca solución a una discusión de escuela (28). Respuesta de Jesús: En el AT no había un sólo mandamiento principal, sino dos: el amor/fidelidad a Dios era inseparable del amor/lealtad al hombre. Dios era el valor absoluto (con todo tu corazón, etc.), el hombre, relativo (como a ti mismo). Tal era el llamamiento hecho a Israel en la antigua alianza (Escucha, Israel, cf. Dt 6,4s), que los dirigentes han traicionado con su explotación del pueblo (11,17) (29-31). El ideal de amor propio del Reino será propuesto en la institución de la eucaristía (14,22-25; d. 10,45; 13,37). El letrado afirma la precedencia de estos dos mandamientos sobre los preceptos cultuales, que pretendían honrar solamente a Dios (32-33). Quien está por el bien del hombre no está lejos del Reino (cf. 1,15: enmienda). Invitación implícita de Jesús. El letrado no da su adhesión a Jesús. Teoría sin práctica (34). 

28 DE MARZO

Primera Lectura. Jeremías 7,23-28.

23Ésta fue la orden que les di:
"Obedecedme, y yo seré vuestro Dios
y vosotros seréis mi pueblo;
caminad por el camino
que os señalo, y os irá bien".
24Pero no escucharon ni prestaron oído,
seguían sus planes,
la maldad de su corazón obstinado,
dándome la espalda y no la cara.
25Desde que salieron vuestros padres
de Egipto hasta hoy
les envié a mis siervos los profetas
un día y otro día;
26pero no me escucharon ni prestaron oído,
se pusieron tercos
y fueron peores que sus padres.
27Ya puedes repetirles este sermón,
que no te escucharán;
ya puedes gritarles, que no te responderán.
28Les dirás: Esta es la gente
que no obedeció al Señor, su Dios,
y no quiso escarmentar;
la sinceridad se ha perdido, extirpada de su boca.

Explicación.

7,23-28 Continúa la polémica contra el culto mal entendido, interrumpida por el tema de la intercesión. Está compuesto en prosa deuteronomística. La alianza propuesta en el Sinaí imponía como condición fundamental la aceptación libre y la obediencia o cumplimiento. Sellaba la relación mutua entre el Señor y el pueblo. El pueblo lo aceptó globalmente. Ahora bien, en las cláusulas del decálogo no figura mandato alguno sobre sacrificios y otras prácticas de culto. El culto es el "tributo" que el vasallo ofrece al soberano. Pues bien, el Señor no pide semejante tributo como condición de la alianza; exige y se contenta con la obediencia (1 Sm 15,22).

7,24 Le dan la espalda porque no se atreven a encararse con Dios.

7,25 Los profetas actualizan la alianza para cada generación: Moisés es el primero (Dt 18); no faltan en la época de los Jueces (Jue 6,8), sigue la cadena con Samuel. Véanse 25,4.15; 29,19; 44,4. Las rebeliones comenzaron junto al Mar Rojo (Sal 106,7).

7,26 "Tercos": endureciendo la cerviz como novillo rechazando el yugo: Éx 32,9; 33,3; 34,9; Dt 9,6.13.

7,28 La "sinceridad" en las palabras que dirigen a Dios.

Salmo. 95,1-2.6-9.

(Heb 3,7-4,10) 

1Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva; 

2entremos a su presencia con acción de gracias, 
vitoreándolo al son de instrumentos. 
6Entrad, doblegados rindamos homenaje 
bendiciendo al Señor, Creador nuestro. 
7Que él es nuestro Dios y nosotros su pueblo,
el rebaño de su aprisco.  
¡Ojalá le hagáis caso hoy!:
8«No endurezcáis el corazón como en Meribá, 
como el día de la prueba en el desierto: 
9cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mi acción.

Explicación.

95,1-2 Invitatorio primero. Se pone en marcha la procesión entre gritos, aclamaciones y música. 

95,6-7a Invitatorio segundo. Entrada y homenaje al "Hacedor" del pueblo: Is 27,7; 44,2; 51,13 etc.), y pastor del "rebaño": Sal 74,1; 79,13; 100,3.
95,7b Una voz invita a escuchar "hoy" un mensaje actualizado.
95,8-9 Por la etimología, Meribá suena a Fuente del careo, Masá, a someter a prueba; compárese con Dt 33,8. 
Transposición cristiana.
Nos la da hecha el comentario de Heb 3,7-4,11, aplicado a la situación cristiana.

Evangelio. Lucas 11,14-23.

14 Estaba Jesús echando un demonio que dejaba mudo y, apenas salió el demonio, el mudo habló. Las multitudes quedaron admiradas,
15 pero algunos de ellos dijeron:
- Echa los demonios con poder de Belcebú, el jefe de los demonios.
16 Otros, para tentarlo, le exigían una señal que viniera del cielo.
17 Él, calando sus intenciones, les dijo:
- Todo reino dividido queda asolado y se derrumba casa tras casa.
18 Pues si también Satanás se ha dividido ¿cómo va a mantenerse en pie su reino? ..., ya que decís que yo echo los demonios con poder de Belcebú.
19 Ahora, si yo echo los demonios con poder de Belcebú, vuestros adeptos, ¿con poder de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces.
20 En cambio, si yo echo los demonios con la fuerza de Dios, señal de que el reinado de Dios ha llegado hasta vosotros.
21 Mientras el fuerte bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros.
22 Pero cuando otro más fuerte que él lo asalta y lo vence, le quita las armas en que confiaba y reparte el botín.
23 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no reúne conmigo, dispersa.

Explicación.

La llegada del reinado de Dios. 14-36. Tríptico (14-26; 27s; 29-32). La frase inicial menciona una actividad de Jesús que viene de antes; aquí el proceso de liberación llega a su término. El demonio representa una ideología, que, en este caso, encierra al hombre en sí mismo, impidiéndole la comunicación: el exclusivismo de Israel (cf. 1,20.22: mudez de Zacarías).

Tres reacciones: general, de admiración (14, cf. 1,64s); otra, acusación de magia (15: Belcebú, nombre del demonio en la superstición popular; "Satanás", nombre teológico del Enemigo del hombre y de Dios, símbolo del poder y la ambición); tercera reacción: pedir una señal (16: cf. 11,29-32). La liberación del sordomudo, señal mesiánica (7,22; Is 35,5), pero no lo estiman suficiente.

Respuesta a la acusación de magia (agente de Belcebú) (17-23): absurdo que la liberación se efectúe por encargo del opresor (17s). No dirán que sus exorcistas están también en favor del demonio que intentan expulsar (19). La fuerza de Dios, lit. "el dedo de Dios", en Éx 8,15, causante de una plaga en Egipto, que endureció al faraón; la acción liberadora ya no se ejerce por medio de plagas, sino directamente con el hombre, aunque causa en algunos el mismo endurecimiento. Conclusión: el reinado de Dios está presente (20).


El fuerte (21), figura de Satanás; el palacio, en paralelo con el del sumo sacerdote (22,55): el poder religioso establecido está incluido en la figura de Satanás. Jesús es "el más fuerte" (cf. 3,16). La actividad de Jesús se propone desmantelar la institución judía (22). Hay que tomar partido: quien no se asocia a esa actividad se declara enemigo de Jesús. Con esta labor, Jesús va reuniendo el trigo en el granero (3,17); quien no colabora, pone obstáculos a esa cosecha (23).

27 DE MARZO

Primera Lectura. Deuteronomio 4,1.5-9.

1>>Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño a cumplir; así viviréis y entraréis y tomaréis posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.
5Mirad, yo os enseño los mandatos y decretos que me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis, en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. 6Ponedlos por obra, que ellos serán vuestra prudencia y sabiduría ante los demás pueblos, que al oír estos mandatos comentarán: "¡Qué pueblo tan sabio y prudente es esa gran nación!" 7Pues ¿qué nación tan grande tiene un dios tan cercano como está el Señor, nuestro Dios, cuando lo invocamos? 8Y ¿qué nación grande tiene unos mandatos y decretos tan justos como esta ley que yo os promulgo hoy? 
9>>Pero, cuidado, guárdate muy bien de olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten de tu memoria mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos.

Explicación.

4,1 El comienzo puede leerse como consecuencia de la historia contada por Moisés, pero las fórmulas son de comienzo. Recurren las fórmulas "escucha" (5,1; 6,4; 9,1). "mandatos y decretos", el título "Dios de vuestros padres" alude a la promesa patriarcal. La entrada en la tierra está condicionada, como en 8,1. 

4,5 "Mandatos y decretos" es una de las binas (endíadis) que expresan la totalidad. Su cumplimiento se propone aquí, no como condición para entrar, sino como tarea en la tierra ya ocupada; y en su cumplimiento concreto y sucesivo se realiza la lealtad radical: del primer mandamiento cuelgan los demás.

4,6-7 Sabiduría o sensatez y prudencia son cualidades humanas, internacionales, cultivadas y estimadas por otros pueblos. Israel posee una sensatez propia, recibida de Dios como orden de vida (véase la identificación en Eclo 24,23; Bar 4,1). Una vida según los preceptos será testimonio ante el resto de las naciones; por ella Israel será reconocido como "gran nación" -esto se dice cuando los judíos forman una pequeña provincia del gran imperio persa-. En el cumplimiento de esa ley, más que en el templo, Israel tendrá a su Dios cercano. Lo puede invocar, pronunciando su nombre, sin necesidad de imágenes, con una relación más personal y exigente. Is 55,6.

4,8 Ni los famosos códigos de otros pueblos (p. ej. el de Hammurabi) se pueden comparar con el código legal de Israel, que es un humanismo revelado y garantizado por Dios.

4,9 Los hechos recientes apoyan la observancia, porque los mandatos se fundan en los beneficios procedentes de Dios; su cumplimiento tiene algo de respuesta agradecida. De aquí la importancia de la memoria en la religiosidad de Israel (cfr. Sal 78).

Salmo. 147,12-13.15-16.19-20.

12Glorifica, Jerusalén, al Señor, 
alaba a tu Dios, Sión,
13que ha reforzado los cerrojos de tus puertas 
y bendice a tus hijos dentro de ti; 
15que envía su mensaje a la tierra, 
y su palabra corre velozmente; 
16que envía la nieve como lana 
y esparce la escarcha como ceniza; 
19Anuncia su mensaje a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel. 
20Con ninguna nación obró así
ni les dio a conocer sus mandatos. ¡Aleluya!
Explicación.
147,13 Supone la amenaza exterior: Neh 3. Bendice: con la fecundidad. 
147,15-18 Llega la estación invernal. En manos de Dios los meteoros hostiles resultan domésticos: lana blanca y protectora, ceniza, resto de un fuego de hogar, mendrugos, restos de pan. Más importante el dominio de Dios que, en su sazón, con un soplo, sacude el letargo invernal: compárese con Eclo 43,17-22. Del mismo modo controla los inviernos de la historia.
147,16 Job 37,6. 
147,19 La terna "mensaje, decretos y mandatos" remite al Dt e implícitamente a la alianza.
147,20 La leyes privilegio de Israel: Dt 4,8; Bar 4,1-4.
Transposición cristiana.

Es tradicional que Jerusalén represente a la Iglesia terrestre y a la celeste, de donde la lectura del salmo en dos claves complementarias. La palabra que viene a la tierra y corre veloz es el Hijo de Dios en la encarnación; como palabra se prolonga en la predicación del evangelio.  
Evangelio. Mateo 5,17-19.
17 ¡No penséis que he venido a echar abajo la Ley ni los Profetas! No he venido a echar abajo, sino a dar cumplimiento:
18 porque os aseguro que antes que desaparezca el cielo y la tierra, ni una letra ni una coma desaparecerá de la Ley antes que todo se realice.
                  19 Por tanto, el que se exima de uno solo de esos mandamientos mínimos y los enseñe así a los hombres, será llamado mínimo en el reino de Dios; en cambio, el que los cumpla y enseñe, ése será llamado grande en el reino de Dios:
20 porque os digo que, si vuestra fidelidad no se sitúa muy por encima de la de los letrados y fariseos, no entráis en el reino de Dios.

EXPLICACIÓN.

17 - 20.        Deshace un malentendido y previene contra una decepción. Su misión no es echar abajo el AT (la Ley y los Profetas) en cuanto es profecía del reinado de Dios, sino dar cumplimiento a esa promesa (cf. 1,22; 2,15.17.23; 4,14, etc.). La Ley (18), el Pentateuco, tenía por eje el éxodo de Egipto y la entrada en la tierra prometida; esto era figura de la obra del Mesías. El éxodo definitivo se realizará antes que desaparezca el mundo visible (18); comenzará con la muerte de Jesús y quedará abierto para toda la humanidad. De ahí la necesidad de practicar cada una de las bienaventuranzas antes propuestas (esos mandamientos mínimos), que toman el lugar de los mandamientos de la antigua Ley. Será llamado grande/mínimo, según realice o no la condición de hijo de Dios (5,9: serán llamados hijos de Dios). Fidelidad (20) en calidad y totalidad: es insuficiente el legalismo, como queda claro en el desarrollo subsiguiente (5,21-6,18), se requiere una nueva actitud, pero el discípulo no puede ser negligente. La puerta para entrar en el Reino es la primera bienaventuranza (5,3), que crea la nueva actitud: a ella se refiere esta fidelidad.