viernes, 12 de julio de 2019

9 DE SEPTIEMBRE.

PRIMERA LECTURA. Colosenses 1,24--2,3.

1  24Ahora me alegro de sufrir por vosotros, pues voy completando en mi carne mortal lo que falta a las penalidades del Mesías por su cuerpo, que es la Iglesia. 25Yo fui destinado a su servicio cuando Dios me confió este encargo respecto a vosotros: anunciar por entero el mensaje de Dios, 26el secreto escondido desde el origen de las edades y de las generaciones, revelado ahora a sus consagrados. 27A éstos ha querido Dios manifestar qué esplendida riqueza representa este secreto para los paganos, pues consiste en que el Mesías, la gloria esperada, os pertenece. 28Y esto predicamos nosotros, aconsejando a todo hombre y enseñando a todo hombre lo mejor que sabemos, para hacer de todo hombre un cristiano cabal; 29con esta intención peno y lucho, sostenido por esa fuerza suya que despliega en mí su eficacia.
2               1Quiero que tengáis noticia de la empeñada lucha que sostengo por vosotros y los de Laodicea y por tantos otros que no me conocen personalmente; 2así cobrarán ánimos, uniéndose estrechamente con el amor mutuo y enriqueciéndose con toda la certeza que da el comprender, penetrando el secreto de Dios, el Mesías, 3en quien se esconden todos los tesoros del saber y del conocer.

Explicación.

La penosa misión apostólica no está terminada; Jesús Mesías se limitó a predicar a los judíos; queda por anunciar el evangelio/la buena noticia al mundo pagano, pues todos los hombres están llamados a integrarse en el cuerpo/pueblo del Mesías (24). El mensaje de Dios (25) o secreto (26) se describe en Ef 1,9s en términos de unión universal; en Ef 3,6. como la pertenencia de judíos y paganos al mismo cuerpo; aquí, como él Mesías os pertenece (a los paganos) (la traducción "está en/entre vosotros" designaría un hecho, y no concordaría con el sentido de "secreto", que indica un designio; en griego, en tois ethnesin/en humin, equivalente de dativo). El secreto no se comunica a algunos iniciados sino a todos los cristianos (26-27). Lo mejor que sabemos (28), lit. "con todo saber"; a todo hombre... a todo hombre, universalidad del mensaje y de la predicación de Pablo; sentido de urgencia en su labor. Pablo anuncia el Mesías y se esfuerza de todos los modos posibles por que todos lleguen a ser cristianos maduros (28-29). La insistencia sobre el designio o secreto de Dios muestra que los adversarios combatidos por Pablo sostenían, al menos en cierta medida, el privilegio de Israel.

                     Las noticias animan y ayudan a la unión. La comunidad de Laodicea y otras se veían amenazadas por los mismos errores que la de Colosas (2,1). Sólo el amor da la plena comprensión; el conocimiento de Jesús Mesías no es meramente individual: resulta o se logra por la experiencia del amor mutuo en el grupo cristiano; se adquiere así un nuevo saber, una nueva luz sobre la vida entera; el secreto se resume en la persona del Mesías, el Salvador de la humanidad entera (lectura más probable); todos los tesoros del saber y del conocer: los adversarios proponían sin duda pretendidos conocimientos nuevos y esotéricos; el cristiano encuentra en Jesús el pleno conocimiento de Dios (2-3). 

SALMO. 62,6-7.9


6Sólo en Dios descansa, alma mía, 
de él viene mi esperanza.
7ÉI sólo es mi roca, mi salvación, 
mi alcázar; no vacilaré. 
9Vosotros confiad siempre en él, 
desahogaos con él,
que él es nuestro refugio. 
 
Explicación.
 
62,9 El paso a la exhortación transforma el singular "refugio mío" en plural, "refugio nuestro". "Desahogarse" es a la letra "derramar el corazón", como un recipiente colmado de sentimientos.  
 
Transposición cristiana.

El tema de las riquezas resuena en el sermón de la montaña, Mt 6, también en 1 Tim 6,17 y Sant 4,13s; 5,1-6. Es frecuente el tema de la retribución: Mt 16,27; Rom 2,6; Ap 2,23.  
 


EVANGELIO. Lucas 6,6-11.

6 Otro sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía el brazo derecho atrofiado.
7 Los letrados y fariseos estaban al acecho para ver si curaba en día de precepto y encontrar de qué acusarlo.
8 Pero él, conociendo sus intenciones, dijo al hombre del brazo atrofiado:
- Levántate y ponte en medio.
El hombre se levantó y se puso allí.
9 Jesús le dijo:
- Una pregunta: ¿Qué está permitido en día de precepto, hacer bien o hacer daño, salvar una vida o destruirla?
10 Y, echándoles en torno una mirada, dijo al hombre:
- Extiende el brazo.
Lo hizo, y su brazo volvió a quedar normal.
11 Ellos se pusieron furiosos y discutían unos con otros qué podrían hacer con Jesús.

EXPLICACIÓN.

Cf. Mc 3,1-7a. Sinagoga-tipo (sin localización). Enseñar, cf. 4,31s. El público de la sinagoga está representado por un solo hombre (como en 4,33s) con el brazo derecho atrofiado, es decir, privado de actividad e iniciativa por la doctrina legalista que se enseña en la sinagoga; es figura de la situación de Israel sometido a la institución (6). Según la doctrina oficial, el precepto impide también curar (7). Ponte en medio, el hombre debe ocupar el lugar central (8).




Valor supremo, ¿la Ley o el hombre? Letrados y fariseos, enemigos del hombre en nombre de Dios. El mismo día de precepto, ellos pretenden acusar y hacer condenar a Jesús por dar vida al pueblo; Jesús, arriesgando su vida (cf. v.7), libera al inválido/Israel (9-10). "Los justos" no admiten la posibilidad de rectificar; la emancipación del pueblo les resulta intolerable. Los responsables de la institución sinagogal ven en Jesús un enemigo peligroso. Ruptura (11).

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