martes, 25 de junio de 2019

15 DE AGOSTO

PRIMERA LECTURA. Apocalipsis 11,19; 12,1-6.10

11 19 Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza; se produjeron relámpagos, estampidos, truenos, un terremoto y temporal de granizo.
12 1 Apareció en el cielo una magnífica señal: una mujer envuelta en el sol, con la luna bajo sus pies y en la cabeza una corona de doce estrellas.
2 Estaba encinta, gritaba por los dolores del parto y el tormento de dar a luz.
3 Apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete diademas.
4 Su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra.
El dragón se quedó delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando naciera.
5 Ella dio a luz un hijo varón, destinado a regir a todas las naciones con cetro de hierro (Sal 2,9); pero arrebataron a su hijo y lo llevaron hasta Dios y su trono.
6 La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios, para que allí la sustenten mil doscientos sesenta días.
10 Oí en el cielo una aclamación:
-¡Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios,
de su poderío y de su reinado,
y de la potestad de su Mesías!
Porque han derribado al acusador de nuestros hermanos,
al que los acusaba día y noche ante nuestro Dios; 

EXPLICACIÓN.

11,19. La acción divina que se anuncia es una teofanía, simbolizada por la apertura del santuario, la aparición del arca, la tempestad y el terremoto la presencia divina hace vacilar la tierra, cf. Éx 19,18; Sal 18,8; 97,4; Hab 3,6.10) (19). El arca de la alianza,garantía de la fidelidad divina, en el momento del juicio (19)

12,1-6.  Comienza la exposición del contenido del librito. La persecución al mensaje cristiano es la concreción histórica de una lucha más profunda. Descrita en términos míticos, es la lucha entre Dios y el dragón, figura del mal, identificado con Satanás, "el Enemigo" y "la serpiente antigua", que causó la muerte del hombre. En términos históricos, es la desmitificación del poder, que, gracias al testimonio de Jesús y al de sus seguidores, pasa de ser considerado como divino (el dragón en el cielo) a ser visto como el Enemigo del hombre y adversario del plan de Dios; el designio divino liberador se propone destruir el poder, que oprime al hombre y le impide alcanzar su plenitud.

Se abre esta sección con la presentación de la comunidad cristiana como realidad trascendente insertada en la historia.

Magnífica ( lit. "grande") señal, imagen portadora de un mensaje de fundamental importancia ; en el cielo implica la trascendencia divina. Teniendo en cuenta los símbolos usados por los profetas, una mujer, que es esposa y madre hace pensar en la relación de Dios con el pueblo y en su fecundidad. Envuelta por Dios de sol: amor de Dios hacia ella (cf. Os 52,1; 61,10); la luna bajo sus pies, dominio sobre la sucesión del tiempo, existencia por encima de las vicisitudes humanas (cf. Sal 89,37s, en contexto de alianza); corona, realeza; de estrellas, dimensión trascendente; doce, el nuevo Israel universal (cf. 21,12-14). El atuendo de la mujer indica pues, la realidad trascendente del nuevo pueblo de Dios, la comunidad cristiana.

Madre fecunda (2): parto particularmente doloroso (a través de la persecución; cf. Jn 16,20); tensión de la comunidad hacia una realidad nueva, el nacimiento del Hombre (el hombre nuevo, la plenitud humana, cuyo prototipo es Jesús; cf. Jn 16,21) en cada uno de sus miembros.

Otra señal (3), nuevo mensaje procedente también de la esfera divina (en el cielo). Dragón, símbolo de una voluntad de mal que consigue sojuzgar a los hombres y escapa de su control; fuerza tremenda y temible (grande), sanguinaria (rojo), con plena vitalidad (siete cabezas): máxima expresión del mal, pero su fuerza (cuernos), aunque grande, no es ilimitada (diez). Esta fuerza de mal se encarna en el poder político (diademas). Quiere acaparar el poder (barrió la tercera parte de las estrellas del cielo, figura de los príncipes o poderosos que derroca, cf. Dn 8,10.24s, de Antíoco Epífanes) (4a). Carácter demoníaco del poder, hasta ahora divinizado.

Desproporción entre la fuerza del mal y la de la mujer. El poder no tolera la existencia del hombre nuevo (para devorar) (4b). Hijo varón, fuerza. La comunidad va realizando en la historia el designio de Dios sobre el hombre y consigue hacerlo a pesar de las fuerzas hostiles. Aunque históricamente débil, no será destruida; por el contrario, vencerá y dominará a sus adversarios (destinado a regir, etc., Sal 2,9; cf. Ap 2,25s, donde se dice a todo cristiano "que salga vencedor"); fracaso de la tentativa de eliminar al hombre nuevo, que, participando de la libertad y señorío de Dios (hasta Dios y su trono), queda fuera de su alcance (5). La comunidad como realidad terrestre sigue perseguida; en el desierto (6), fuera de los valores de la sociedad (situación de éxodo respecto a la sociedad opresora), encuentra refugio y protección divina. 1260 días, tres años y medio (cf. 11,2s), el tiempo de la profecía y de la persecución de los dos testigos, figuras de la comunidad (11,3).

12,10.  Aclamación: El reinado de Dios y del Mesías en lugar de la tiranía del dragón (10a). El poder y sus agentes acusaban de impiedad a los cristianos por negarse a practicar el culto imperial (cf. Job 1-2; Zac 3,1s); según ellos, acatar el poder equivalía a acatar a Dios (10b)

SALMO. 45,10-12.16

10 Hijas de reyes vienen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina
enjoyada con oro de Ofir.
11 -Escucha, hija, mira, presta oído:
olvida tu pueblo y la casa paterna:
12 prendado está el rey de tu belleza;
ríndele homenaje, que él es tu señor.
16 las llevan con alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.

Explicación.

45,9-16. La fiesta tiene más movimiento. Sólo que el poeta no da direcciones escénicas, se las deja a la imaginación del lector. Creo distinguir tres escenas. En la primera vemos al rey, asistido por la reina madre, ambos ricamente ataviados; suena música en el salón de la corte; acuden princesas pretendientes. En la segunda alguien, un funcionario real pide el consentimiento a la princesa elegida (cfr. 1 Sm 25,40s). En la tercera la novia y su séquito son conducidos hacia el salón interior.

 45,10 ¡A tu encuentro!: corrigiendo el texto. Otras lecturas: preciosas, con alhajas, en tus muros, bajo tu techo. La "reina" madre, según lo explicado.

 45,11 Se invierten los papeles de Gn 2,24, donde se dice del varón que abandona a sus padres. Aquí le toca a ella.

45,12 En una época en que muchas bodas reales, dentro de la poligamia, eran actos de política internacional, es notable oír que el rey está enamorado. También la novia tiene que reconocer al rey como señor y rendirle homenaje.

45,15-16 El séquito de muchachas no es conducido directamente al rey, sino al "palacio real". ¿Son damas que servirán a la nueva consorte? ¿Son jóvenes destinadas al harén real? El poeta sorprende su alegría. 

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Heb 1,8s cita los versos 7-8. Toda la tradición ha leído este salmo como mesiánico; incluso en sentido literal; la liturgia lo escoge para las fiestas del Señor. Meditado en clave cristiana adquiere valor cristológico, Jesucristo rey, y eclesiológico, la iglesia esposa. 

SEGUNDA LECTURA. I Corintios 15,20-27.

20Pero de hecho el Mesías ha resucitado de la muerte, como primer fruto de los que duermen, 21pues, si un hombre trajo la muerte, también un hombre trajo la resurrección de los muertos; 22es decir, lo mismo que por Adán todos mueren, así también por el Mesías todos recibirán la vida, 23aunque cada uno en su propio turno: como primer fruto, el Mesías; después, los del Mesías, el día de su venida; 24luego el fin, cuando entregue el reinado a Dios Padre, cuando haya aniquilado toda soberanía, auntoridad y poder. 25Porque su reinado tiene que durar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies; 26como último enemigo aniquilará a la muerte: 27pues "todo lo han sometido bajo sus pies" (Sal 8,7) (aunque cuano diga: "Todo le está sometido", se exceptuará evidentemente el que le sometió el universo).

Explicación.

Reafirma Pablo la resurrecciónd el Mesías/Salvador, que así puede salvar también de la muerte (20). Desarrolla Pablo la visión teológica de la doble solidaridad del género humano (cf. Rom 5,12ss); solidaridad para la muerte con el primer Adán, el que fue hecho de la tierra (cf. 15,47), y solidaridad para la vida con el Mesías Jesús, el que procede del cielo por el Espíritu que recibió (20-22). Pablo parece muy dependiente de la escatología farisea, que colocaba la resurrección al fin de los tiempos (cf. Jn 11,23-27) (23). El fin (24) era término técnico para designar el reino mesiánico; Pablo lo traslada al reino definitivo. La obra del Mesías en la historia consistirá precisamente en ir venciendo a todos los enemigos del hombre (Sal 110,1; 8,7); el último será la muerte (25-27). 

EVANGELIO. Lucas 1,39-56.

39 Por aquellos días María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judá;
40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Al oír Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre e Isabel se llenó de Espíritu Santo.
42 Y dijo a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
43 Y ¿quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
44 Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 ¡Y dichosa tú por haber creído que llegará a cumplirse lo que te han dicho por parte del Señor!
46 Entonces dijo María:
-Proclama mi alma la grandeza del Señor
47 y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
48 porque se ha fijado en la humillación de su sierva.
Pues mira, desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
49 porque el Potente ha hecho grandes cosas en mi
favor: Santo es su nombre
50 y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
51 Su brazo ha intervenido con fuerza,
ha desbaratado los planes de los arrogantes:
52 derriba del trono a los poderosos
y encumbra a los humildes;
53 a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide de vacío.
54 Ha auxiliado a Israel, su servidor,
acordándose, como lo había prometido a nuestros padres,
55 de la misericordia en favor de Abrahán y su descendencia,
por siempre.56 María se quedó con ella cuatro meses y se volvió a su casa.

EXPLICACIÓN.

Prontitud para el servicio (39): el Israel fiel (María), que vive fuera el influjo de la capital (Nazaret de Galilea), va en ayuda del judaísmo oficial (Isabel; Judá, nombre de la tribu en cuyo territorio estaba Jerusalén). El saludo de María comunica el Espíritu a Isabel y al niño (44). Isabel habla como profetisa (41s). La bendición, por la maternidad de María. El fruto del vientre (42: cf. Dt 7,13; 28,4). Por haber creído (45), a diferencia de Zacarías.

Por boca de María pronuncia su cántico el Israel fiel a Dios y a su alianza (46-48), el que ha creído en las promesas. Alaba a Dios por su cumplimiento, que ve inminente por el hecho de la concepción del Mesías. Dios mi salvador (47; cf. Sal 24,1; 25,5; Miq 7,7, etc), título clave del cántico, cuyo tema va a ser la salvación que Dios realiza en Israel; la humillación (48): en el AT, estado de opresión de que Dios libra a su pueblo (Dt 26,7; Sal 136,23; Neh 9,9); grandes cosas (49): se decía en particular de la salida de Egipto (Dt 10,21) y de la liberación de Babilonia (Jr 33,3, segundo éxodo); sus fieles (50), representados por María, "la sierva" (Éx 20,6).


Ha intervenido (51: aoristo profético): Se ve el futuro como realización efectuada e infalible de una decisión divina ya tomada. Se explica la salvación que Dios va a realizar. Su brazo (Éx 6,6; Dt 4,34); los arrogantes (cf. Is 13,11), explicitados a continuación como los poderosos y los ricos (52s). La acción liberadora va a consistir en una subversión del orden social: exaltación de los humildes (1 Sm 2,5.7s; 2 Sm 22,28; Sal 72,1-4.12s; 75,5; 107,9.40s; 147,6; Eclo 10,14, etc), caída de los opresores (cf. 6,21; 11,13; Job 15,29; Jr 17,11). Destinatario de la salvación: Israel su servidor (54) (Is 41,8s; 42,1; 44,1.2.21; 45,4) = "sus fieles" (50) = "su sierva" (48). Dios no ha olvidado su misericordia/amor (Sal 98,3), como podía haber sospechado Israel ante los numerosos desastres históricos que ha sufrido. Amor prometido a los padres/patriarcas (55) (Gn 12,2ss; 15,4sss; 17,7; 22,17); fidelidad de Dios (54s). Lc menciona por adelantado la vuelta de María (56).

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