lunes, 11 de marzo de 2019

18 DE MAYO

PRIMERA LECTURA. Hechos 2,44-47 o Colosenses 3,12-17.

HECHOS.

44 Todos los que iban creyendo abrigaban el mismo propósito y lo tenían todo en común;
45 vendían sus posesiones y sus bienes y lo repartían entre todos según la necesidad de cada uno.
46 A diario frecuentaban unánimes el templo; partían el pan en las casas, comían alabando a Dios con alegría y de todo corazón, 
47 y siendo bien vistos de todo el pueblo. El Señor les iba agregando a los que día tras día se iban poniendo a salvo con el mismo propósito.

EXPLICACIÓN.

Presenta el ideal de vida escogido por la iglesia de Jerusalén: comunidad de bienes al estilo de las comunidades esenias (Qumrán); se entremezclan elementos nuevos que configurarán la comunidad creyente ("enseñanza de los apóstoles, fracción del pan") con elementos tradicionales pertenecientes al judaísmo ("propósito común" de erigirse en los verdaderos representantes de Israel, constancia "en las oraciones" o culto oficial del templo, cf. Lc 24,53; Hch 1,14s) (42-46).

Según el texto ord. son bien vistos de "todo el pueblo" de Israel; según la rec. occ., "todo el mundo" presente en Pentecostés (47a). 

COLOSENSES.

12En vista de eso, como elegidos de Dios, consagrados y predilectos, vestíos de ternura entrañable, de agrado, humildad, sencillez, tolerancia; 13conllevaos mutuamente y perdonaos cuando uno tenga queja contra otro; el Señor os ha perdonado, haced vosotros lo mismo. 14Y, por encima, ceñíos el amor mutuo, que es el cinturón perfecto. 15Interiormente, la paz del Mesías tenga la última palabra; a esta paz os han llamado como miemtros de un mismo cuerpo. Sed también agradecidos. 16El mensaje del Mesías habite entre vosotros en toda su riqueza: enseñaos y aconsejaos unos a otros lo mejor que sepáis; con agradecimiento cantad a Dios de corazón salmos, himnos y cánticos inspirados; 17y cualquier actividad vuestra, de palabra o de obra, hacedla en honor del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

EXPLICACIÓN.

 Relaciones humanas en la humanidad nueva: los sentimientos mutuos han de ser los que contribuyen a la unión y facilitan la convivencia. La consagración o pertenencia a la esfera de Dios, que en 1,2 exigía la fe y la esperanza, desemboca aquí en el amor de unos por otros (12-13). Las buenas disposiciones hacia los demás se comparan a prendas de vestir; las mantiene unidas y en su sitio el cinturón o faja, que es el amor mutuo (14). Tenga la última palabra, lit. "arbitre/sea árbitro". El Señor no llama a una espiritualidad individualista, sino a vivir como miembros de una comunidad (15). Han de ser cristianos a fondo, dejando que toda la vida quede penetrada por el amor mutuo; para ello, ayuda recíproca en un ambiente de alegría y de agradecimiento a Dios (16). Alegría y gratitud en la reunión cristiana y lo mismo en la actividad (17)

SALMO. 131,1-3.


1Señor, mi corazón no es ambicioso 
ni mis ojos altaneros;
no persigo grandezas
ni maravillas que me superan. 
2Juro que allano
y aquieto mi deseo.
Como un niño en brazos de su madre 
como un niño sostengo mi deseo.
3¡Espere Israel en el Señor, 
ahora y por siempre!
EXPLICACIÓN.

131 Género y situaciónOración de confianza individual que se abre a la comunidad. Uno de los más breves e intimistas de salterio. La intimidad ha abolido circunstancias externas, ha fijado un momento perdurable. El orante se desdobla: mira hacia dentro y comunica al Señor lo que descubre. Se ha mirado con tal lucidez y honestidad, que se atreve a jurar ante Dios.
La comparación del niño y la madre o el padre se establece entre el deseo o aspiraciones y el yo maduro. Es comparación psicológica, no teológica. El deseo puede ser como un niño necesitado, caprichoso, débil y exigente, inquieto y sin juicio. Toca a la madre acogerlo con dominio blando, con decisión cariñosa. Toca al varón dominar y serenar su deseo, con juicio y comprensión. En un segundo momento se puede trasladar la comparación a la relación del hombre con 
Dios.
131,1 A manera de comentario pueden leerse textos sapienciales: Prov 16,18s; 30,13; Eclo 10,6-18; de los profetas Is 2,9-19. "Me superan": Job 42,3.
131,2 Mt 18,1-5 par.
131,3 Al aplicar la enseñanza a Israel, la experiencia individual se hace comunitaria y propone cuestiones graves. ¿Es la humildad virtud del individuo y no de la comunidad? ¿Es compatible el orgullo nacional con la confianza en Dios?
Transposición cristiana.


Un texto clásico sobre el hacerse niños se lee en Mt 18,3-5par. La humildad condición para recibir la revelación: Lc 10,21 s. Hay que repetir la pregunta final, dirigida a la Iglesia. 

EVANGELIO. Lucas 12,22-31.

22 Y a los discípulos les dijo:
- Por eso os digo: No andéis preocupados por la vida pensando qué vais a comer; ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. 
23 Porque la vida vale más que el alimento y el cuerpo más que el vestido.
24 Fijaos en los cuervos: ni siembran ni siegan, no tienen despensa ni granero y, sin embargo, Dios los alimenta, y ¡cuánto más valéis vosotros que los pájaros!
25 Y ¿quién de vosotros a fuerza de preocuparse podrá añadir una hora sola al tiempo de su vida?
26 Entonces, si no sois capaces ni siquiera de lo pequeño, ¿por qué os preocupáis por lo demás?
27 Fijaos cómo crecen los lirios: ni hilan ni tejen, y os digo que ni Salomón en todo su fasto estaba vestido como cualquiera de ellos.
28 Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿cuánto más no hará por vosotros, gente de poca fe?
29 No estéis con el alma en un hilo, buscando qué comer o qué beber.
30 Son los paganos del mundo entero quienes ponen su afán en esas cosas, pero ya sabe vuestro Padre que tenéis necesidad de ellas.
31 Por el contrarios, buscad que él reine, y eso se os dará por añadidura.

EXPLICACIÓN.




De nuevo a los discípulos. No hay que hacer principal lo secundario (22s). Dejar toda preocupación por el futuro inmediato (24). Inutilidad de la preocupación (25s); ésta despierta el deseo de acaparar para asegurarse la subsistencia y de ahí nace el deseo de riqueza (cf. 8,14). Confiando en el Padre, han de buscar que Dios reine (29-31): lo que en el Padre nuestro se expresaba como petición (11,2; "llegue tu reinado"), se hace aquí compromiso; buscar, cf. 11,9.

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